Ricardo Ojeda Leos
La búsqueda de la verdad nunca fue tan
fácil, esto es, prácticamente se puede acceder a ella a través de unos cuantos
clics gracias a la gran explosión de posibilidades tecnológicas, pero paradójicamente
al mismo tiempo, jamás fue tan difícil dar con ella, debido a la desorbitada
proliferación de falsedades o de sesgos ideológicos, políticos, comerciales y
de intereses de diversa índole. El contenido digital tanto a nivel individual
como institucional está repleto de estos sesgos ya sea de manera consciente o
inconsciente. Esto no quiere decir que en antaño no existieran sesgos y
distintas visiones de la realidad, la diferencia radica, además de la
inconmensurable cantidad y posibilidades de acceso, en la ligereza y facilidad con
la que se altera la realidad a través del universo de la digitalización. El
advenimiento de la denominada IA, es decir, la inteligencia artificial, coloca
este ámbito de la alteración digital de la realidad en un túnel sin precedentes
ni final.
Quizá si no fuera por la influencia y el
impacto que pueden y, de hecho, ya ejercen dentro de los rumbos y decisiones
políticas que eligen las sociedades democráticas en el mundo, el desarrollo del
fenómeno digital no debería asustarnos al contemplar el universo de
posibilidades que se abren en un gran número de campos del conocimiento y del
desarrollo tecnológico. Pero, sin embargo, con la contribución del famoso
“algoritmo” que se desarrolla cada vez más y se expande dentro de la navegación
en la web, el individuo en cada búsqueda que realiza e incluso en cada hojeada
digital del móvil, que se estima en promedio en unas 150 veces al día[1],
esto es, más de 4 mil ocasiones durante un mes, queda a merced de una extensa
cantidad de contenido digital en forma de anuncios y notas periodísticas y
pseudo periodísticas, casi imposibles de distinguir unas de las otras si no se
cuenta con una sólida formación crítica.
Se trata de una lucha muy desigual del pensamiento crítico contra más de 300
mil exposiciones digitales a la que es sometido un individuo durante 6 años.
La población mexicana de más de 15 años
tiene en promedio una escolaridad de 9.7 grados[2]
que equivale apenas a un poco más de la secundaria concluida, es decir, este
perfil de la sociedad está permanentemente expuesto de forma significativa a
esta manipulación digital, de manera quizá inconsciente, pero también es verdad
que otros sectores sociales con mayor grado de escolaridad, lo pueden estar de
manera consciente, al evitar explorar otras aproximaciones y decidir quedarse
en ese efluvio digital que el “algoritmo” y la IA les proporciona.
Está claro que nadie, absolutamente nadie,
ni el más avezado ni el más ignorante, por naturaleza humana, admitirá que es
víctima de esa manipulación digital, porque exactamente cada contenido que le
es proporcionado refuerza esa visión o sesgo que él percibe como la única verdad
y a fuerza de la constante exposición de ese material a modo, llega a hacer
como propio todas las visiones y conclusiones que le son introyectadas y el resultado
es un individuo que se percibe a sí mismo como un ente original y poseedor de la
verdad con suficiente dosis de altanería como para calificar de manipulados e
ignorantes a los demás. Como decía Descartes: "No hay nada repartido
más equitativamente en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de
tener suficiente".
La alternativa ante el círculo
vicioso de la manipulación incesante en la era digital y la consecuente
búsqueda de la verdad y el conocimiento, lo es, como ya se esbozó, una formación crítica que
permita la comparación de otras ideas, así como la consulta de sitios serios de
información y con visiones distintas. La exploración de las fuentes originales
para contrastar posibles contenidos editados y descontextualizados que pululan
estratégicamente en la web a favor de los más siniestros intereses debe ser
también una práctica consuetudinaria.
Muy interesante y oportuno este documento, para reflexionar y modificar actitudes perniciosas que sin analizar llevamos a cabo. Felicidades.
ResponderEliminarComo siempre excelente reflexión
ResponderEliminarUn análisis breve pero conciso, gracias por tu aportación!
ResponderEliminarAdriana Figueroa
ResponderEliminarHola👋 no sé cuántas veces reviso el celular y la escolaridad, estoy segura que se más que los jóvenes que está ahorita en la prepa
ResponderEliminarEs muy valioso tu comentario ojalá pudiera hacernos reflexionar y actuar.
ResponderEliminarDe verdad eso crees
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