martes, 21 de abril de 2020

Reflexiones sobre la crítica periodística




Ricardo Ojeda Leos


          Es un buen momento para hacer algunas reflexiones con lo que respecta a la postura crítica hacia el nuevo Gobierno de la República, desde un parecer distinto al que se ciñen algunos notables profesionales de ese periodismo crítico que pese presiones directas o indirectas lograron salir avante en su trabajo y subsistir a los embates que desde el poder padecieron en gobiernos anteriores. Tal pareciera que su meta actual es la crítica al poder en turno por el poder mismo, incluso hay quienes aseveran que esa debe ser la labor del periodismo, lo cual desde otra perspectiva, sufre un error sustancial, es decir, desde otro enfoque periodístico, sin quitarle un ápice de posicionamiento de periodismo crítico, lo que debe criticarse no es el poder por el poder mismo, sino la posible ruptura ideológica que pudiera hacer actuar a ese poder y el ejercicio de ese poder,  de lo contrario la propia naturaleza del error de dichas motivaciones conlleva el riesgo, inconscientemente tal vez, de abrevar hacia aquellas situaciones que por antaño el periodismo crítico también luchó, y con ello sembrar semillas de información que podrían germinar en ciertas posturas de ideas ante la opinión pública para propiciar un eventual regreso de las formas e ideologías que se impusieron desde los gobiernos y contra las que ellos mismos lucharon.
          Desde esta reflexión, la problemática de hacer periodismo crítico no debiera ser tan simple ni tan ingenua, no se trata de dar de palos con los ojos cerrados al poder que funge como piñata en turno, esa tarea la realiza con sobrado esmero el otro periodismo que sigue conservando, gracias a su organización, estructura tecnológica y económica, un gran poder persuasivo entre muchos sectores de la sociedad y que siempre estuvo aliado y atado a los intereses políticos y socioeconómicos del poder en turno. De lo que se trata es señalar errores y abusos que devengan de la ideología del nuevo poder, ideología que, de alguna manera u otra fue auspiciada con el trabajo periodístico crítico realizado y que coadyuvaron al convencimiento de más de treinta millones de electores el pasado primero de julio del 2018, esto es, denunciar temas donde brote la corrupción, el influyentismo, la opacidad, los conflictos de intereses y hacer notar posibles retardos de las nuevas políticas públicas así como la eficiencia y eficacia de las mismas, pero debe tenerse mucho cuidado de criticar a priori, medidas que, si bien no resultan estructurales, sí podrían representar nuevas alternativas hacia la construcción de un nuevo régimen con vocación de justicia social que intenta mejorar la seguridad y las condiciones de vida de millones de mexicanos, o en su caso, señalar errores y establecer nuevas propuestas. La critica al poder, solo por el poder en sí mismo es como engordar el caldo para el poderoso aparato opositor que se frota las manos por regresar.

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