domingo, 23 de octubre de 2016

sábado, 8 de octubre de 2016

jueves, 8 de septiembre de 2016

"El mayor castigo para quienes no se interesan por la política 
es que serán gobernados por personas que sí se interesan."

"Una nación permanece fuerte 
mientras se preocupa de sus problemas reales 
y comienza su decadencia cuando 
puede ocuparse de los detalles accesorios."


Arnold J. Toynbee

(Historiador británico 1889-1975)

martes, 6 de septiembre de 2016

"Al poder se sube casi siempre de rodillas.
 Los que suben de pie son los que tienen derecho a él."



José Martí
(Político , escritor, periodista, filósofo y poeta cubano 1853-1895)

jueves, 18 de agosto de 2016

"No intentes convertirte en hombre de éxito,
 sino en un hombre de valor"


Albert Einstein
"Si quieres saber como es una persona,
observa como trata a sus inferiores,
no a sus iguales"


J.K. Rowling

( Escritora y productora de cine británica. 1965-    )

viernes, 8 de julio de 2016

Contra-argumentaciones sobre la lucha magisterial

Ricardo Ojeda Leos

Existen, sin duda, diversas posturas de la sociedad en relación a la lucha que entabla el magisterio en contra de la denominada “Reforma Educativa”, una gama de matices entre dos polos opuestos en los cuales se halla entrampado el conflicto. Sin embargo, para destrabar el nudo, es necesario llevar a cabo un análisis de esta polarización, es decir, conocer los principales argumentos de quienes denuestan la lucha magisterial.

Se pueden rescatar cinco de las principales razones por las que muchos ciudadanos, incluyendo diversos actores políticos y organizaciones como “Mexicanos Primero” se pronuncian en contra de la lucha de los docentes, y las cuales aparecen constantemente en diversas discusiones:

  •       Los maestros no quieren ser evaluados
  •          Luchan por mantener sus “prebendas”
  •          La educación de los niños está por encima de cualquier interés.
  •          Sus movilizaciones afectan a terceros
  •         Sólo unos cuantos están en contra de la Reforma.


El primero de estos argumentos, es totalmente infundado, si alguien sabe de evaluación y de  su valor para mejorar la educación son precisamente los maestros, se trata de una mentira que han creado muchos actores con intereses muy particulares y con ayuda de los medios de comunicación. Si se le pregunta a cualquier maestro, ya sea participante en el movimiento o no, responderá que eso es falso, que ningún profesor se niega a ser evaluado, en lo que no están de acuerdo es en el tipo de evaluación. Al respecto, especialistas en la materia, tales como el Dr. Ángel Díaz Barriga de la UNAM o el Dr. Manuel Gil Antón del Colegio de México, entre otros,  (al final se anexan enlaces de algunos  de sus trabajos)  han expresado que efectivamente la evaluación concebida en la Reforma no es integral ni evalúa el trabajo en el aula de los docentes, sino que tiene un carácter evidentemente punitivo y denostador. Es decir, la supuesta negativa de los docentes a la evaluación, es un argumento que debe ya descartarse de la discusión porque no tiene fundamento alguno, para ser incorporado en un análisis serio.

La segunda argumentación que coloca en el punto central de la lucha magisterial las supuestas “prebendas” , cabe mencionar que si bien, como en toda organización de esta naturaleza en México, son  ante todo los líderes quienes se ven inmersos en algunas canonjías, aun cuando muchas de ellas fueron dadas en contubernio por favores recibidos por las propias autoridades que hoy lo reclaman, las cuales, por supuesto,  deben ser rotundamente criticables y también castigadas por quienes las reciben pero también por quienes las otorgaron en su momento. Sin embargo no puede generalizarse esta condición al grueso de los docentes, las conquistas laborales alcanzadas tales como los 60 o 90 días de aguinaldo, los salarios adquiridos con base a la extinta carrera magisterial, los días de vacaciones, la jornada laboral, los servicios seguridad social,  etc. son derechos que se tienen y conquistas que toda la clase trabajadora debería tener como mínimo. Si se argumenta que se trata de excesos porque la mayoría de los trabajadores mexicanos que prestan sus servicios en la iniciativa privada no gozan de ellas, entonces lo que habría que cuestionar seriamente es a la iniciativa privada que es capaz de generar empleos pero de no brindar condiciones y prestaciones laborales dignas.  De obstinarse en defender dicha argumentación estaríamos ante un panorama que se podría describir tristemente con la parábola de los cangrejos, en la cual de tres cubetas llenas de cangrejos americanos, japoneses y mexicanos, respectivamente, solo las dos primeras permanecían cerradas para que no se escaparan, porque entre ellos hacían cadenas para salirse de la cubeta, mientras que la de los cangrejos mexicanos no había necesidad de ser tapada, porque cuando uno de ellos trataba de salir, entre todos se encargaban de jalarlo para abajo.

El tercer argumento, que antepone el interés superior del niño a la educación, es por supuesto, una razón de un peso real y nadie en su sano juicio la cuestionaría, y por supuesto, los propios maestros tampoco lo hacen, pero lo que no se observa nítidamente es que la propia lucha encierra en el fondo una lucha por el fortalecimiento de la educación y la escuela pública, porque a pesar de que la Reforma no lo hace de manera explícita, si existen atisbos de intenciones privatizadoras que de concretarse podrían amenazar el derecho a la educación de todos los niños que no puedan pagar su educación, tales medidas por citar algunas son los bonos de infraestructura para mejorar las escuelas que anunció el gobierno hace algunos meses, mediante los cuales se da acceso al capital privado, cuya característica principal siempre son las ganancias económicas, o bien la propia autonomía de gestión escolar que sin apuntar en este momento a la privatización de manera directa, si deja abierta la rendija por donde podría más tarde generarse dichas condiciones.  Se podría objetar que se trata quizá de una paranoia de muchos mal pensados, pero la historia de otros casos obliga a permanecer alertas ante el bien nacional más preciado de los mexicanos.

Con respecto a los daños que se causan a terceros con las manifestaciones, estamos en un callejón sin salida, dado que el sinuoso camino legal parece lamentablemente estar cerrado cuando contraviene el interés político de los gobernantes. Por ejemplo, ningún amparo procedió aun cuando se trata de una ley retroactiva que lesiona derechos laborales adquiridos previos a la reforma. Esto habla de la mezquindad en el sistema de justicia y por lo tanto de una vía clausurada de antemano. ¿cómo manifestarse sin afectar a nadie?  ¿resultaría eficaz que los docentes protestaran en una especie de “manifestodromo” donde no perjudicaran a terceros y ni tampoco las sordas autoridades hicieran caso alguno? ¿qué impacto puede tener ir a gritar a un lugar donde no haya interlocución? Por supuesto que el diálogo es el único camino pero cuando este no existe, inevitablemente suceden hechos como los que estamos viviendo, con todas las lamentables implicaciones que todos conocemos.

Finalmente, la última argumentación ha quedado desnudada frente a los hechos que hablan de una extensión nacional del conflicto, donde no sólo los que siempre se manifiestan están en contra de la Reforma, sino también muchos que antes no lo hacían, así como la gran mayoría que continúan en las aulas trabajando pero que están molestos con la presión administrativa-laboral de dicha ley.



Enlaces para consultar

Díaz Barriga, Angel. Hacia una alternativa [Disponible en línea] http://www.educacionfutura.org/hacia-una-alternativa-angel-diaz-barriga/

Gil Antón, Manuel.  La reforma educativa: el fin de un prejuicio. El universal [Disponible en línea] http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/manuel-gil-anton/nacion/2016/03/1/la-reforma-educativa-el-fin-de-un


"Debes tener cuidado con los medios de comunicación. 
Ellos te harán odiar al oprimido y amar al opresor"

Malcolm X

(Activista estadounidense. 1925-1965)
"Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común"

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Eduardo Galeano

(Periodista y escritor uruguayo, 1940-2015)
«El pensamiento es un órgano de percepción al igual que el ojo o el oído. Del mismo modo que el ojo percibe colores y el oído sonidos, así el pensamiento percibe ideas.»

Johann Wolfgang von Goethe
( Poeta, novelista, dramaturgo y científico germánico. 1749-1832)

miércoles, 22 de junio de 2016

El conflicto magisterial y el camino del diálogo

Ricardo Ojeda Leos

La percepción de la realidad social es un problema complejo porque está filtrado inexorablemente por el pensamiento, es decir, no percibimos lo que es, sino lo que creemos que es, o aún mejor como dice Heric Hoffer  “normalmente sólo vemos lo que queremos ver; tanto es así, que a veces lo vemos donde no está . Por eso llegar a la verdad puede ser un camino tortuoso y quizá imposible de conseguir si no se adopta una visión sui generis de la realidad, desde donde se observen los  fenómeno sociales  como “hechos sociales” -utilizando la terminología de Durhkeim - y así distinguir que el todo es mucho más que la suma de las partes.

Si nos empecinamos en  ver por episodios o parcialmente el conflicto social que se vive en estos momentos en México derivado del asunto magisterial y su rechazo a una supuesta y cuestionada “Reforma Educativa” que nació en el marco de la presión internacional por los organismos económicos como la OCDE, caeremos inevitablemente en contradicciones y pugnas que no contribuyen a ninguna salida que beneficie al actor más importante: la sociedad.

El interés superior debe estar concentrado en la sociedad, no en los intereses individuales de los actores involucrados. No es privilegiando las posibles o cuestionables “prebendas” de las que puedan gozar líderes magisteriales o maestros, respectivamente, ni empeñándose en sostener una Reforma que por su propia naturaleza dista mucho de la perfección, hace falta desclerotizar el problema, esto es, flexibilizar los caminos de solución, despojarse de necedades individuales y evitar que la terquedad domine en el diálogo.

Es un error de principio iniciar un diálogo exigiendo no tocar la fuente del conflicto que es la “Reforma Educativa” con el argumento de que ésta representa el interés superior de los niños, lo cual es un asunto que no es cuestionable, lo cuestionable es si la Reforma cumple esa función. Eso es lo que tiene que discutirse, pero debe ser un debate abierto y con especialistas en la materia, no únicamente con políticos, debe haber cabida a distintas visiones que enriquezcan dicha Reforma y que abra el camino de la reconciliación entre los grupos que están involucrados y los cuales cada vez son más.


 Debe dejarse de lado la postura de inamovilidad de dicha Reforma y colocar por encima el interés superior: la sociedad. Aprovechar los puntos de coincidencia que seguramente son más que aquellos en los que se disienten, limar con inteligencia y con argumentos aquello que debe ser pulido. Sólo hace falta voluntad política de ambas partes para hacerlo. Ese es el llamado que, sin duda, la sociedad hace a todos los actores de este conflicto que amenaza con desencadenar más hechos no deseables  que aún se pueden prevenir.

miércoles, 13 de abril de 2016


"La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio debes mantenerte en movimiento"
Albert Einstein

viernes, 18 de marzo de 2016




"Defender la alegría como una trinchera 
defenderla del escándalo y la rutina 
de la miseria y los miserables 
de las ausencias transitorias 
y las definitivas"


Mario Benedetti


(fragmento del poema Defensa de la alegría)

jueves, 18 de febrero de 2016

El poder de la palabra

Ricardo Ojeda Leos

Lo que mueve al mundo son las palabras, sin ellas la realidad social permanecería estática, de ahí la importancia del conocimiento y adecuada aplicación de ellas en cualquier ámbito de nuestra vida. Esta aseveración pareciera contrastar con la expresada por Victor Hugo, que señala  que “no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo” , en el sentido de que no serían las palabras sino las ideas las que determinan el rumbo del mundo social, sin embargo a favor de la tesis enunciada en primera instancia, baste recordar lo que establece Vigotsky  en relación a la constitución del pensamiento, cuando menciona que la palabra no es tan sólo el medio de expresión del pensamiento sino que a la vez el pensamiento se constituye en la palabra, esto es, las palabras son los peldaños con los cuales se construye el  pensamiento. Sin las palabras resultaría imposible formular una idea, al menos en primera instancia, de esas complejas que se convierten en poderosas  cuando les llega su tiempo, como certeramente lo  establece el escritor Víctor Hugo. Porque quizá se podría cuestionar que podrían formularse ideas más simples sin la ayuda de las palabras, sin embargo el propio Jorge Luis Borges establecía, que cuando él había intentado sin saber con qué fortuna, escribir cuentos directos, jamás se atrevió a afirmar que fueran sencillos, porque “no hay en la tierra una sola página, una sola palabra, que lo sea, ya que todas postulan el universo, cuyo más notorio atributo es la complejidad.” 

          Los políticos conocen muy bien de la complejidad y del poder de las palabras, por eso sin escatimar invierten mucho tiempo en la redacción de sus discursos, por eso es típico que se rodeen de personas hábiles en el lenguaje y especialistas en el uso de eufemismos, porque lo que les interesa es posicionarse en el pensamiento de los ciudadanos y éstos aparte de algún otro tipo de interés que pudiera moverlos, es innegable que en una importante medida también se vean seducidos por el impacto de las palabras. El pensamiento de los políticos puede incluso viajar en sentido contrario a las palabras pronunciadas, porque éstos están al tanto de que pueden pensar a su albedrío pero no obstante tienen que concentrarse principalmente en lo que se enuncia, porque como lo mencionara Miguel Ángel Asturias: “del pensamiento se regresa, de la palabra no” y complementara con acierto Suárez-Iñiguez, “y de la acción menos”.

           Sin embargo, el cuidado y atención de las palabras, así como su consecuente impacto, no le  debe ser propio exclusivamente a los políticos, porque en el contexto profesional o laboral resulta inobjetable el peso específico de las palabras no únicamente para entablar una eficaz relación productiva sino también para propiciar un sano ambiente de trabajo con las personas con las cuales se interacciona; asimismo en cualquier otro ámbito de convivencia social o de interacción familiar, las palabras impactan más de lo que se pudiera imaginar, y seguramente muchas personas tendrán más de una anécdota en donde el uso apropiado o inadecuado de ellas les produjo una situación positiva o negativa al respecto.

          De acuerdo a la tesis de Sapir-Whorf,  el lenguaje -y con él- las palabras, actúan como una herramienta que no únicamente describe realidades, sino que también las crea, por lo que la palabra resulta en este contexto que además de ser una herramienta compleja construida por la especie humana  a través de miles de años y de constituir, sin duda alguna, su obra más importante, mucho más que  cualquier otra invención que se pudiera mencionar, sigue siendo asimismo, su principal motor de auto-transformación de la realidad. Es decir, la palabra se convierte en el instrumento que hace evolucionar y aleja al ser humano de su pasado animal ancestral.

          Por lo tanto, uno de los mejores aliados que el ser humano puede tener para su beneficio y propia transformación lo constituye la palabra. De ahí que cualquier esfuerzo encaminado a depurar el lenguaje personal y a enriquecerlo incorporando nuevos elementos lingüísticos nunca resultará de sobra aun cuando siempre termine siendo insuficiente.

           Como una manera de ofrecer un ejemplo nítido del poder de la palabra, vale la pena aprovechar la historia propia de México y recordar aquel pasaje de la Reforma lleno de vaivenes y confusiones en la Ciudad de Guadalajara en el momento en que entraba un destacamento de soldados sublevados dispuestos a fusilar a un grupo de aproximadamente ochenta personas recluidas en el Palacio, entre ellos al Presidente Juárez y a  muchos de los colaboradores de su gobierno, quien en esos dramáticos instantes, con inverosímil actitud y tranquilidad se posó frente al grupo de agresores que movían sus fusiles a la orden de: "¡Al hombro! ¡Presenten! Preparen! ¡ Apunten!...", a la par en que Don Guillermo Prieto, entonces ministro de Hacienda, y quien momentos antes había decidido regresar con el grupo que iba a ser sacrificado, se interpuso entre Juárez y los soldados, y apagando la orden detonadora de “fuego”, grito: "¡Levanten esas armas!, ¡levanten esas armas!, ¡los valientes no asesinan...!" a estas palabras le siguieron otras más que empoderaron al ministro de Hacienda al grado de desbaratar el peligro y sacudir emocionalmente a los agresores quienes se retiraron conmocionados, sucumbiendo ante la magia y el poder de las palabras pronunciadas, por quienes sus compañeros le llamarían a la postre, el salvador de la Reforma.

          Finalmente, a manera de corolario final y parafraseando a algunos de los autores mencionados, conviene señalar que hay que tener cuidado con lo que se piensa, pero más con lo que se dice y mucho más, por supuesto, con lo que se hace.

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